Si te pica el arraclán no comerás más pan.

Y con este refrán que un pastor de mi pueblo un día me contó, abrimos este artículo donde desvelamos algunas de las cosas que hoy comentaremos en el programa.

La lucha por la supervivencia ha dado lugar a numerosas estrategias evolutivas en el mundo natural, quien más quien menos cuenta con armas más que suficientes para evitar ser depredado o para depredar sobre otras especies, sirvan las siguientes líneas para introducir el tema.

Arañas, escarabajos, nudibranquios, , culebras, víboras, sapos, ranas, hormigas, plantas, ciempiés, lagartos, peces y un largo etcétera cuentan con mortíferas adaptaciones para comer y evitar ser comidos...

Las arañas utilizan el veneno para inmovilizar o matar a sus presas, pero también para defenderse. Todas las arañas excepto una familia son venenosas. No obstante no son muy venenosas, no llega a la centena el número de especies que son consideradas como una amenaza médica seria.

Los venenos que poseen son complejos compuestos que tienen efectos neurotóxicos o citotóxicos.

Los compuestos neurotóxicos afectan a uniones neuromusculares causando calambres, parálisis, mientras que los compuestos citotóxicos necrosan tejidos dejando cicatrices difíciles de observar, algunos citotóxicos son incluso hemolíticos provocando graves problemas renales.

Las arañas "viuda negra" (especie latrodectus) del tamaño de una uña provocan dolores que se manifiestan entre 10 minutos y una hora después de recibir su mordisco. Los músculos se contraen provocando calambres severos que afectan sobre todo al abdomen y la cara, sin tratamiento adecuado los síntomas pueden alargarse durante una semana con riesgo de muerte debido a una parálisis respiratoria. Afortunadamente la mayoría de los países que cuentan con esta especie tienen antídotos para combatir los efectos.

Una de las más venenosas es la araña embudo de Sidney (Atrax robustus), cuenta con un veneno muy ácido provocando dolor de inmediato, las enzimas de su veneno rompen tejidos ayudando a la penetración del mismo, sus síntomas incluyen nauseas, vómitos, salivación y lloros, actividad incontrolada muscular, dolor abdominal y arritmias, a ello le sigue una parada de los músculos respiratorios, acumulación de fluidos en pulmones y caída de la tensión sanguínea, delirios. coma...

Existe un tipo de arañas conocidas como arañas escupidoras (Género scytodes) que cuentan con glándulas ampliadas que además producen pegamento, por tanto escupen un tipo de veneno pegamentoso que paraliza y retiene a su victima sobre el sustrato en el que se encuentre. Con tal técnica esta especie no precisa construir telas para capturar a sus presas.

Araña escupidora


Y es que en el mundo natural las artimañas para inclinar la balanza por sobrevivir son de lo más variado, un ejemplo de ello es el escarabajo bombardero asiático (Pheropsophus jessoensis). Este escarabajo se defiende con unos chorros químicos explosivos envolviendo en una sustancia corrosiva y humeante a todo aquel que quiera molestarlo o depredarlo. Estas explosiones son tales que llegan a ser audibles desde el interior de un sapo que previamente le ha dado captura. El compuesto empleado para ello es Peróxido de hidrógeno e hidroquinonas además de benzoquinona. En pruebas de laboratorio se observaron ejemplares de esta especie que fueron vomitados en periodos de tiempos comprendidos entre los 15 minutos y las dos horas. Sigue siendo un misterio la forma en que algunos bombarderos pudieron vivir tanto tiempo en el estómago de los sapos a tenor de la exposición continuada a los ácidos gástricos digestivos.
escarabajo bombardero asiático.