Vía Ferrata del Sorrosal

En Broto al pie del parque Nacional de Ordesa está la vía ferrata del Sorrosal. Montada ingeniosamente recorre toda la cascada y parte del barranco del Sorrosal en un itinerario variado, con un puente, varias escaleras y una pequeña cueva. En esta ocasión completamos la excursión con la ferrata de "los duendes" más enfocada al público infantil.

Las "vías ferratas" son caminos verticales. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, su expansión venía con fines militares en la Primera Guerra Mundial en el entorno de los Dolomitas, Se popularizaron en España a partir de finales de este siglo pasado. Por medio de clavijas, grapas, escalas, incluso escaleras o nada (si la propia pared tiene las presas suficientes), se va progresando siempre unido a una sirga a través del disipador y un arnés. A esto habría que añadir el casco y un cabo de anclaje, como material imprescindible. Sin olvidar el conocer la dificultad de la vía en la que nos metemos, que puede ir desde K1 la más sencilla, hasta K6. 

Sobre un plegamientos del tipo de roca «Flych», la ferrata de Sorrosal es una de las más espectaculares de España. La dificultad de esta vía es una K3. No es necesario tener experiencia previa, pero si que es importante no tener vértigo. 


Aprovechando el Puente del Pilar hacemos como siempre la agradecida ferrata del Sorrosal, en Broto (K3), que ya hemos visitado en varias ocasiones. Justo en el arranque de la carretera local que va a Oto, sale a mano derecha un camino que, en cinco minutos, y acompañando al río Ara, nos lleva hasta el lugar de donde se cruza, justo a los pies de la enorme cascada, que se abre paso en un espectacular entorno de estratos y plegamientos. 


La primera parte de la vía ferrata discurre por el circo y en el podemos observar las dos cascadas de 40 metros cada una. Es una sucesión de tramos verticales y horizontales sin mucha dificultad, aunque hay que prestar atención a los resbalones en caso de barro y posible caída de piedras. Lo primero a superar, una pequeña pared vertical con grapas. Luego un tramo de escalera para continuar por la pared sin dejar la verticalidad. Una travesía horizontal nos lleva a una amplia plataforma en la que poder relajarnos antes de emprenderla con esa otra escalera, de largo tamaño, que nos deja en esa boca túnel.


A continuación tenemos el tramo más vertical. Son cinco tramos de escaleras de hierro que nos introducen en la «cueva» un paso artificial excavado en la roca para desviar agua al pueblo de Oto. En este tramo en verano hay veces que corre el agua, se puede ir en oposición con cuidado de no "capuzar" o descalzarse y refrescarte los pies. Son unos 30 metros.



Al salir de la cueva o mina, nos volveremos a asegurar al cable y salimos a la zona mas bonita de la vía ferrata.


Te saca del gran espacio para incorporarte a las mismas tripas del barranco, de un barranco estrecho, alegre, jugoso, que a través de la sola ayuda de tres sirgas cambiamos de margen (puente tibetano), para continuar arrastrándonos verticalmente y desafiando la ley de la gravedad, en contra de la marcha del agua, hasta salir a un espacio distinto, sorprendente, en el que por un momento, breve momento, las aguas se calman para coger más fuerza en sus prisas por llegar a fundirse con el Ara que trae sus esencias del mismísimo corazón del Pirineo.


Atravesaremos un puente tibetano y continuamos.


Tres han sido los escenarios recorridos hasta el momento, la verticalidad hasta entrar en la pequeña cueva, el tránsito por el barranco tras salir de ella, y la apacible y relajante estancia junto a esa agua que está a punto de despeñarse.


Tras esos momentos damos comienzo a la segunda parte de la ferrata, que no es tan vistosa, pero no deja de ser entretenida. Una gruesa maroma nos invita a adentrarnos en un corto tramo de bojes, al cabo del cual de nuevo la verticalidad, en varios tramos. Desde esas cornisas tenemos unas vistas espectaculares al valle de Broto.

El salir al sendero, en el comienzo del bosque, se podría interpretar como que se ha terminado, pero no, porque al poco continúa. Un breve paso por bosque mixto media para salir a unas amables fajas que horizontalmente vamos recorriendo y superando sin perder de vista el inmenso patio que tenemos. Al ir apartándonos de la impresionante cascada, vamos tomando perspectiva sobre la misma y sobre el itinerario que hemos ido siguiendo para ganárnosla. 

Y bien, la llegada de nuevo al bosque marca el final de la ferrata, un bosque por el que recorremos un tramo llano, hasta tomar ya definitivamente el sendero de bajada hasta el pueblo, que llega a un lugar muy próximo al punto de partida tras dos horas justas, en las que hemos disfrutado de su recorrido y de los parajes por los que nos lleva. 

Se puede acabar aquí la excursión o continuar por los montes que hay por encima de Broto y visitar los pueblos de Fragen y el núcleo abandonado de Yosa. Per en esta ocasión decidimos hacer la Ferrata de los duendes, bastante más corta y sencilla.

Ferrata de los Duendes

Original vía ferrata de iniciación perfecta para realizar con niños o simplemente disfrutar con algunos pasos diferentes y originales, como las redes y la escalera de troncos. Se puede combinar con la cercana ferrata de la Cascada del Sorrosal.

Enfocada para los niños y famílias. La Ferrata de los Duendes del Sorrosal es de dificultad K1 (iniciación para menores de 10 años). Tiene una duración de 1h30min aprox., donde encontraremos senderos, redes de cuerda, peldaños y grapas, para ascender por las fajetas del bosque donde iremos ganando altura. Siempre tendremos una sirga (línea de vida), donde iremos atados durante todo el recorrido por seguridad. Además, nuestros guías también llevaran una cuerda para poder encordar a los más pequeños si necesitan una dosis más de seguridad. Así podremos ir tranquilos y disfrutar plenamente de su primera experiencia en ferratas. Una magnifica aventura para iniciar a los más peques de la familia.

Todos los pasos están perfectamente equipados y asegurados. Comienza con un puente tibetano, que cruza el río Ara. Después atravesaremos la selva donde practicaremos los cambios (pasar los mosquetones). Tras ella ya comenzamos a subir por la visereta un pequeño paso vertical que nos acerca a la red. Tras esta red llegamos a el chorré. Aquí comienza el tramo más entretenido de la ferrata, donde se mezclan escaleras con originales pasos en el anfiteatro y las gradas, un tramito vertical en la losa nos lleva hacia la ceja para llegar por el paso de el estrecho a  la canal donde finaliza nuestra ascensión. Es una actividad perfecta para combinar con la Vía ferrata del Sorrosal para un entretenido día vertical.