20 años de la desaparición de la peseta

 Después de 133 años de historia, la rubia se despedía del sistema económico el 1 marzo de 2002

Un día como hoy, hace 20 años, el 1 de marzo de 2002 cambiaba la historia (económica) de muchos países europeos, entre ellos España. Esa fecha marcaba el fin de la libre circulación y uso de la peseta como moneda y el comienzo del euro. Desde el 1 de enero de 2002 entraron en circulación los billetes y monedas de euro, conviviendo con las pesetas hasta el 28 de febrero, momento a partir del cual, el euro pasó a ser la única moneda de curso legal. La transición no fue fácil, pero sí fue efectiva en España, así como en otros países del espacio ‘Euro’. 

Con el fin de facilitar la sustitución de las pesetas, se estableció un periodo para que los ciudadanos pudieran cambiar la moneda por euros: hasta el 30 de junio de 2002 se pudo realizar el canje tanto en el Banco de España como en las entidades de crédito, y a partir de ese momento solo en el Banco de España. El plazo para cambiar pesetas por euros finalizó el 30 de junio de 2021.

El estado, como anticipado anteriormente, permitió a los ciudadanos cambiar sus pesetas en euro hasta el final de junio del año pasado a causa de las dificultades iniciales de la gente en entender el cambio real: recordamos que 1 euro equivaldría a 166.383 pesetas. A pesar de esta concesión muchas personas prefirieron no canjear la moneda antigua con la nueva, recogiendo mucho dinero inutilizable. El gobierno cuantifica que los españoles se quedaron sin devolver pesetas por valor alrededor 1.575 millones de euros.

El papel histórico de la peseta en este país ha sido fundamental, pero exactamente 20 años después, se puede afirmar que la entrada en el Euro ha sido una jugada ganadora de España; su actual colocación económica al interior del “tablero europeo” es posible solamente gracias a la llegada de la nueva moneda.  Veamos algunas consecuencias:

  1. Inflación: Con la llegada del euro, los precios de muchos bienes y servicios aumentaron, ya que se redondearon al alza para adaptarse al nuevo tipo de cambio. Esto provocó un aumento de la inflación, lo que afectó negativamente a los consumidores. 
  2. Ajuste de precios y salarios: Con el euro, los salarios y los precios de muchos productos y servicios tuvieron que ser ajustados para adaptarse a la nueva moneda. Esto provocó cierta incertidumbre en la economía española y algunas empresas tuvieron dificultades para adaptarse.
  3. Mayor transparencia: El euro ha traído mayor transparencia en las transacciones económicas, ya que ha eliminado la necesidad de cambiar divisas para las transacciones comerciales entre países de la zona euro. Esto ha facilitado el comercio y ha abierto nuevas oportunidades de negocio.
  4. Aumento del turismo: La adopción del euro ha hecho que España sea más atractiva para los turistas europeos, ya que los precios son más fáciles de comparar y el uso de la moneda es más sencillo. Esto ha ayudado al crecimiento del turismo en el país.
  5. Mayor integración europea: El euro ha contribuido a una mayor integración económica y política de España en Europa. Esto ha permitido a España participar en la toma de decisiones en la Unión Europea y ha facilitado la cooperación entre países.

Aunque haya nostálgicos que seguirán opinando a favor de la antigua peseta, el paso dado el 1 marzo de 2002 quedará en la historia española como una nueva etapa del país.