25 de junio de 1412. El Compromiso de Caspe
En los albores del siglo XV, la Corona de Aragón se enfrentó a uno de los periodos más delicados de su historia: el llamado interregno aragonés, una etapa de más de dos años sin rey, donde el trono quedó vacío tras la muerte de Martín I el Humano. No fue solo una crisis dinástica; fue un auténtico desafío político que, sin embargo, se resolvió sin violencia, de forma pactada y con una sorprendente madurez institucional.
Todo comenzó a finales de 1406 con la muerte de María de Luna, reina consorte y una de las mujeres más inteligentes y poderosas de su tiempo. A su esposo, el rey Martín I, le quedaba un solo hijo legítimo: Martín el Joven, entonces rey de Sicilia. Sin embargo, este también murió en julio de 1409, dejando tras de sí únicamente un hijo ilegítimo, Fadrique de Aragón, conde de Luna, fruto de su relación con una noble siciliana.
Martín I, desesperado por asegurar una sucesión sin sobresaltos, intentó sin éxito legitimar a su nieto bastardo. Incluso se volvió a casar con una noble catalana, Margarita de Prades, en una operación política más que amorosa, pero el destino fue implacable: el rey falleció en mayo de 1410 sin dejar heredero claro.
Comenzó entonces el interregno. Aragón, Cataluña y Valencia —las tres grandes patas de la Corona— sabían que una guerra por la sucesión era una amenaza real. Por ello, las Generalidades de los tres territorios se adelantaron a los acontecimientos y organizaron una elección regulada. Fue un hecho sin precedentes en Europa: un reino sin rey optaba por una solución pacífica, articulada por sus instituciones representativas.
En febrero de 1412, en la villa turolense de Alcañiz, las Generalidades firmaron la Concordia del mismo nombre, por la cual se establecía que serían nueve compromisarios, tres por cada territorio, quienes elegirían al nuevo monarca. Para ser proclamado rey, un candidato debía obtener al menos seis votos, garantizando el apoyo de al menos una de las tres tierras.
Entre los cinco candidatos al trono estaban algunos con vínculos lejanos, pero legítimos, a la dinastía aragonesa: Jaime II de Urgel, tataranieto de Jaime II de Aragón y cuñado del difunto rey; Luis de Anjou, nieto de Juan I de Aragón; y el ya mencionado Fadrique, nieto bastardo del último monarca. También se presentó el infante Fernando de Trastámara, hijo de Leonor de Aragón —hermana del rey Juan I—, y por tanto sobrino de Martín I.
En marzo murió uno de los candidatos, Alfonso de Aragón y Foix, y fue sustituido por su hermano Juan, conde de Prades, lo que mantuvo el número de cinco pretendientes.
Las deliberaciones comenzaron el 22 de abril de 1412 en la villa de Caspe, a orillas del Ebro. La complejidad del proceso fue grande: no solo había que valorar derechos hereditarios, sino también equilibrio político entre los territorios, la capacidad de gobierno del candidato y, cómo no, sus alianzas internacionales.
Finalmente, el 25 de junio, y apenas tres días fuera del plazo previsto, se alcanzó el acuerdo: Fernando de Trastámara, también conocido como Fernando de Antequera —por su victoria sobre los nazaríes en 1410— fue elegido por unanimidad como nuevo rey. El Compromiso de Caspe se convirtió así en una lección de consenso, institucionalidad y sentido común, algo muy poco común en la Europa de la época.
La proclamación oficial como Fernando I de Aragón se produjo el 28 de junio de 1412, cerrando una etapa incierta y abriendo otra nueva: la entrada de la dinastía Trastámara en la Corona de Aragón, que marcaría el destino de los reinos peninsulares hasta la unión de los Reyes Católicos.
En una época de turbulencias, donde las coronas europeas solían resolverse a espada, la Corona de Aragón dio un ejemplo de sensatez política. La historia de Caspe nos recuerda que, incluso en los momentos más delicados, la palabra y el pacto pueden prevalecer sobre la violencia. Un mensaje que, seis siglos después, aún merece ser recordado.
La sensatez
Hay personas que parecen tener menos problemas que el resto. No se alteran, no se hunden, no se quejan. No es que no les pase nada malo. Es que, simplemente, son sensatas.
Y sí… la sensatez no está de moda. Suena a aburrido, a poco épico, a cero drama. Pero si te fijas bien, es una forma de vida tremendamente poderosa.
- Los sensatos hacen algo que muchos no sabemos hacer: controlan sus expectativas. No esperan milagros, ni se montan películas. No confunden deseos con realidad. Y eso, créeme, ya les ahorra una tonelada de frustraciones.
- Además, siempre contemplan el mejor escenario… y el peor. No se quedan solo con lo que quieren que pase, también piensan: “¿y si todo se tuerce?”. Y se preparan para eso. No desde el miedo, sino desde la inteligencia.
- Y lo más admirable: si algo sale mal, no se vienen abajo. No se preguntan "¿por qué a mí?". Se dicen: “Vale, ha pasado. ¿Qué puedo hacer con esto?” Transforman el problema en una oportunidad para demostrar quiénes son. Como si lo hubieran previsto. Como si lo hubieran elegido.
¿Está la corrupción en todas partes?”
La corrupción no es solo cosa de películas ni de políticos con maletines escondiéndose en garajes. Es algo mucho más serio, más cotidiano y, por desgracia, más extendido de lo que nos gustaría reconocer. Cuando decimos que “la corrupción está en todos los sitios”, no es por exagerar. Es porque hay demasiados casos —y demasiado silencio— en instituciones que, en teoría, deberían dar ejemplo.
- Hablamos de partidos políticos que prometen limpiar la casa y luego acaban llenos de escándalos.
- De jueces que no siempre aplican la justicia igual para todos.
- De policías y guardias que deberían protegernos, pero a veces protegen a los que mandan o se aprovechan de su poder.
- De grandes empresas que hacen trampas para pagar menos impuestos o conseguir contratos.
- De medios de comunicación que callan lo que saben porque tienen intereses con los mismos de siempre.
- De una Iglesia que ha escondido abusos y ha bendecido a corruptos sin pestañear.
- Y sí, también de una Casa Real que ha tenido episodios más propios de una serie de ficción que de una institución respetable.
¿Eso significa que todo el mundo es corrupto?
No.
Pero sí que hay corrupción en todos esos lugares. Porque el problema no es solo de personas concretas, sino de un sistema que muchas veces lo permite, lo tapa o mira para otro lado. Y tú, que tienes 16 años, podrías pensar: “¿Y a mí qué? Yo no tengo poder ni mando nada”. Pero justo por eso es importante que lo entiendas. Porque quien no ve la corrupción, la acaba normalizando.
Y cuando se normaliza, se repite.
Y si no se denuncia, sigue creciendo.
Lo contrario de la corrupción no es solo la ley.
Es la honestidad.
Es no copiar en un examen, no hacer trampas en un juego, no aprovecharse de otro solo porque puedes.
Parece poca cosa, pero todo empieza ahí.
Porque si un día tú estás al otro lado —en una empresa, en un cargo, en cualquier responsabilidad— tendrás que decidir si haces lo mismo que otros o si eliges hacerlo bien.
La corrupción se cuela donde hay poder sin control.
Pero también donde la gente baja la cabeza y dice “bueno, es lo que hay”.
Que no se te olvide: no todo el mundo es corrupto, pero la corrupción se mete donde la dejan entrar.
Y tú puedes decidir si la dejas… o la sacas.
Ruta circular Revilla – Garganta de Escuaín
Distancia: 18 km
Duración aproximada: 6-7 horas
Desnivel acumulado: Moderado
Dificultad: Media (por la longitud y el paso del río en condiciones de caudal alto)
Tipo de ruta: Circular
Zona: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)
Una travesía inolvidable por la vertiente más salvaje y solitaria del parque
Esta espectacular ruta circular por el entorno de Revilla y la Garganta de Escuaín es una joya poco transitada del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. A pesar de su relativa accesibilidad, se mantiene como un secreto para los amantes del senderismo en busca de naturaleza en estado puro. La aproximación se realiza por carretera en dirección a Tella, tomando un desvío hacia Revilla. Antes de llegar al pueblo, encontramos un aparcamiento donde comienza la ruta.
El primer tramo consiste en un descenso hasta el río Yaga, un punto clave del recorrido: si el caudal es muy alto, podría ser impracticable cruzarlo.
El ascenso nos conduce al encantador pueblo de Escuaín, colgado sobre la garganta que lleva su nombre. Desde allí, seguimos por la Faja Cazcarra, uno de los tramos más espectaculares del recorrido: una senda aérea, fresca y estrecha, que serpentea entre el hayedo y los acantilados. Esta parte de la ruta impresiona por sus vistas vertiginosas y la sensación de estar suspendido en el paisaje.
Uno de los puntos culminantes del itinerario es el Puente de los Mallos, que cruza el río Yaga a gran altura, regalándonos una imagen de postal de la garganta y sus impresionantes paredes rocosas.
El regreso hacia Revilla se hace por senderos más suaves, atravesando zonas boscosas que ofrecen sombra y tranquilidad. No hay que perderse los miradores de Revilla, que permiten asomarse a uno de los tramos más profundos y salvajes del Parque Nacional.
Finalmente, merece la pena dedicar unos minutos a callejear por Revilla, un pequeño pueblo con mucho encanto que parece detenido en el tiempo.
Consejos prácticos
- Lleva agua suficiente: no hay fuentes seguras en todo el recorrido.
- Evita días con previsión de lluvia o caudal alto en el río.
- Ideal con buen tiempo para disfrutar de las vistas y del bosque.
- No recomendable para personas con vértigo (tramo Faja Cazcarra y puente).
Una ruta muy pintoresca, sin dificultades técnicas importantes, aunque exige cierta preparación física por su longitud (18 km). El único punto crítico puede ser el cruce del río Yaga, especialmente si ha llovido recientemente. Por lo demás, es un recorrido variado, con cambios de paisaje continuos, vistas espectaculares, bosques, pueblos con historia y rincones que muestran la cara más salvaje y menos conocida de Ordesa.
Perfecta para senderistas con algo de experiencia que buscan alejarse de las rutas más masificadas del parque.
25 de junio. Día Mundial Antitaurino
El 25 de junio se celebra el Día Mundial Antitaurino, una efeméride dedicada a promover la erradicación de la práctica de la tauromaquia y el maltrato animal que se celebra actualmente en varios países del mundo. Diversas organizaciones se unen a esta jornada para exigir la abolición de las corridas de toros, mediante el establecimiento de leyes que prohíban esta actividad, instando a las personas a que no acudan a estos espectáculos taurinos. Se trata de generar conciencia en la población acerca del maltrato a que son sometidos los toros y novillos. Las corridas de toros no son un evento cultural, ni mucho menos un entretenimiento. Representan una actividad de crueldad y tortura para estos animales.
La tauromaquia: una práctica cruel
La tauromaquia, corrida de toros o lidia es una antigua tradición que surgió en la península ibérica en el siglo XII, bajo el poder del catolicismo. Consiste en el sacrificio a un toro o novillo ocasionado por el enfrentamiento con un torero en una plaza de toros o ruedo. Para ello utilizan una espada, jabalinas y una gran capa para desviar la atención del animal. En esta práctica cruel e innecesaria los animales son estresados durante su traslado, siendo lacerados, acuchillados y cercenados durante el evento o espectáculo taurino. Por muchos años la tauromaquia ha causado la muerte de miles de toros en el mundo. Es por ello que con la celebración del Día Mundial Antitaurino se pretende sensibilizar y crear consciencia ante esta modalidad tan violenta.
¿Sabías Que?
Conoce algunos datos curiosos sobre la tauromaquia, una práctica ampliamente cuestionada por los defensores de los animales:
- La palabra tauromaquia proviene de términos griegos, que significan "toro" y "luchar".
- A los aficionados a la tauromaquia se les denomina taurinos y a los contrapartidarios de esta tradición se les llama antitaurinos.
- La tauromaquia se sustenta de subvenciones públicas. De acuerdo a diversos estudios se calculan en unos 500 millones de euros anuales.
- En algunos países y ciudades del mundo como Mouans-Sartoux, Montignac, Bully-les-mines y Joucou (Francia) y Ecuador han decretado leyes, para prohibir las corridas de toros. En cambio, en Catalunya (España) se prohíbe violentar o lastimar a los animales durante los espectáculos taurinos.
- México posee el ruedo (infraestructura taurina) más grande del mundo, con capacidad para 60.000 espectadores.
¿Cómo podemos celebrar este día mundial?
La mejor manera de celebrar este día mundial es no apoyar o asistir a espectáculos taurinos. También puedes participar en las actividades programadas por las organizaciones defensoras de animales.
Comparte información útil e interesante sobre el Día Mundial Antitaurino en las redes sociales. Utiliza los hashtags #DiaMundialAntitaurino #BanBullfighting
Circular Espelungere - Arlet - Aguas Tuertas
Inicio de la jornada: Parking de Espelungere
Tras cruzar el túnel del Somport, dejamos atrás España y nos adentramos en tierras francesas por Les Forges d’Abel, donde tomamos la pista que nos conduce al parking de Espelungere. A primera hora de la mañana, el frescor del bosque y el canto de los pájaros nos dan la bienvenida. Iniciamos nuestra ruta con ilusión, conscientes de que nos espera una jornada larga, pero repleta de belleza natural.
Primer tramo: El hayedo y la cascada de Espelungere
Comenzamos ascendiendo suavemente por la pista de Espelungere, que atraviesa un frondoso hayedo. La luz del sol se filtra entre las hojas creando un ambiente mágico. Pronto, nos sorprende la hermosa cascada de Espelungere, una caída de agua cristalina en mitad del bosque que invita a parar y disfrutar del sonido del agua y la tranquilidad del entorno.
Hacia las alturas: Col de la Mouguère y cabañas de pastor
Seguimos ganando altitud hacia el Col de la Mouguère. A medida que subimos, el bosque se abre y el paisaje se transforma. Aparecen cabañas de pastor dispersas, testimonio del uso tradicional de estos valles. En este collado, el silencio es sobrecogedor, roto solo por el silbido del viento o el lejano balido de alguna oveja. Las vistas panorámicas a todos los puntos cardinales nos dejan sin palabras: el verdor de los valles franceses se funde con la silueta de los picos pirenaicos.
Ibón y refugio de Arlet
Tras un breve descenso, alcanzamos el Lac d’Arlet, un ibón de aguas tranquilas y reflejos turquesa, a los pies del refugio de Arlet. Allí encontramos una fuente de agua fresca y un lugar perfecto para descansar. Desde este punto se disfruta de una de las panorámicas más espectaculares de la jornada: el majestuoso Bisaurín, la Sierra de Secús, el Castillo de Acher y otros gigantes del Pirineo aragonés se alzan imponentes ante nuestros ojos desde el cercano Col d’Arlet.
Descenso hacia Aguas Tuertas: entrada a España
Desde el collado, iniciamos el descenso hacia Aguas Tuertas, cruzando la frontera natural entre Francia y España. El sendero baja por el barranco de Acué, entre laderas cubiertas de pastos alpinos y pequeñas cascadas. Poco a poco se abre paso el icónico valle de Aguas Tuertas, con su característico meandro verde que serpentea entre montañas. El contraste con el entorno anterior es asombroso. Este lugar, uno de los más bellos del Pirineo aragonés, invita a detenerse y respirar profundamente.
Regreso por el paso de Escalé y Espelungere
Cruzamos el río y comenzamos el camino de regreso por el paso de Escalé, un sendero que remonta de nuevo hacia Francia. Para los más aventureros, aquí existe la opción de alargar la jornada acercándose al ibón de Estanés, otro tesoro de alta montaña. Sin embargo, nosotros optamos por continuar el regreso hacia el punto de partida.
La última parte de la ruta nos lleva de nuevo por el barranco y hayedo de Espelungere, cerrando este círculo natural de paisajes y sensaciones. El cansancio comienza a notarse, pero la belleza del entorno hace más llevadero cada paso.
Valoración final
Se trata de una ruta circular variada y espectacular, que atraviesa una diversidad de paisajes: bosques sombríos, pastizales alpinos, ibones de altura, collados panorámicos y valles glaciares. Aunque fácil técnicamente, requiere una buena forma física por su larga distancia. La recompensa: una inmersión total en la naturaleza, sin grandes aglomeraciones y con una riqueza paisajística inigualable.
Muy recomendable para quienes buscan una experiencia completa en los Pirineos, entre dos países y mil paisajes.
11 de junio: Día Internacional del Juego
Jugar es mucho más que divertirse. Es aprender, crecer, crear, conectar… y por eso merece tener su propio día. O mejor dicho, ¡sus propios días! A partir de 2024, el mundo celebra el Día Internacional del Juego tanto el 28 de mayo como el 11 de junio. ¿La razón? Una tradición consolidada… y un reconocimiento oficial por parte de la ONU. ¡Te lo contamos todo!
¿De dónde viene esta celebración?
El Día Internacional del Juego se celebra desde 1999, impulsado por la Asociación Internacional de Ludotecas (ITLA). Más tarde, en 2008, la iniciativa ganó fuerza gracias a la doctora Freda Kim. ¿Por qué el 28 de mayo? Porque fue el día en que se fundó ITLA, una entidad que defiende el juego como un derecho fundamental de la infancia.
Este derecho está recogido nada menos que en el Artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU: todos los niños tienen derecho al descanso, al esparcimiento y al juego, así como a participar activamente en la vida cultural y artística.
¿Y qué hay del 11 de junio?
En marzo de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas dio un paso histórico: proclamó oficialmente el 11 de junio como Día Mundial del Juego, con la Resolución A/78/L.53. Así, el juego cuenta ahora con doble celebración. ¡Y ambas son bienvenidas!
¿Por qué es tan importante jugar?
El juego es una herramienta poderosa. A través de él, los niños y niñas desarrollan habilidades esenciales: cognitivas, físicas, sociales, emocionales y creativas. También les ayuda a superar traumas, a resolver conflictos y a relacionarse con el mundo.
Y no solo eso. El juego:
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Estimula la inteligencia, la curiosidad y la creatividad.
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Mejora la motricidad, el lenguaje y el pensamiento lógico.
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Ayuda a gestionar emociones como el miedo, la frustración o la agresividad.
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Fortalece el autocontrol, la empatía y la capacidad de negociación.
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Disminuye el estrés y puede prevenir la depresión.
Además, en el ámbito educativo, el aprendizaje basado en el juego es una estrategia cada vez más reconocida: motiva, engancha y mejora la retención de conocimientos.
Algunas curiosidades que quizá no sabías…
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El juego simbólico o imaginario en la infancia está relacionado con un mayor vocabulario.
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Jugar con letras o palabras potencia las habilidades lingüísticas.
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Empresas como IBM valoran la creatividad estimulada por el juego en la infancia.
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Actividades como leer, cantar, hablar y jugar son esenciales para el desarrollo cerebral.
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Estudios confirman que jugar reduce el estrés y mejora el bienestar emocional.
¿Cómo puedes celebrar el Día del Juego?
¡Muy fácil! No necesitas nada más que ganas de pasarlo bien:
También puedes unirte a eventos locales, talleres, exposiciones, o compartir en redes sociales tus momentos de juego usando el hashtag #DíaInternacionalDelJuego.
Vivian Malone: la dignidad que desafió al racismo
A veces, los grandes héroes de la historia no llevan capa, ni alzan banderas, ni gritan consignas. A veces, simplemente caminan. Caminan en silencio, con la cabeza alta, sabiendo que cada paso que dan sacude los cimientos de una sociedad que les quiere arrodillados.
Era 11 de junio de 1963. En Tuscaloosa, Alabama, el calor caía como plomo del cielo. Pero el ambiente estaba más caldeado aún por lo que iba a ocurrir. Dos jóvenes afroamericanos, James Hood y Vivian Malone, intentaban acceder por primera vez a la Universidad de Alabama, una institución hasta entonces reservada solo a blancos. Lo hacían con una sentencia del Tribunal Supremo bajo el brazo. La ley ya había hablado: ningún ciudadano podía ser excluido de la educación por el color de su piel. Pero la ley en el papel no siempre es suficiente cuando enfrente hay un muro de odio.
El gobernador del estado, George Wallace, se plantó en la entrada con un "no pasarán" teñido de supremacismo. Literalmente. Prometió impedir que aquellos jóvenes entraran. La tensión fue tal que tuvo que intervenir el mismísimo presidente John F. Kennedy, quien ordenó a la Guardia Nacional escoltarles. Vivian Malone y James Hood esperaron durante horas en un coche, bajo el asedio de miradas de desprecio y gritos racistas. Pero cuando llegó el momento, ella bajó. Segura. Firme. Orgullosa. Consciente de que no solo entraba en la universidad: abría una puerta a miles de jóvenes afroamericanos que hasta ese momento solo podían soñar con cruzarla.
James no aguantó la presión. Se marchó antes de tiempo. No es reproche, es realidad: lo que vivieron fue brutal. Pero Vivian resistió. Día tras día. Entre insultos, humillaciones, miradas que mataban. Estudió empresariales. Y en 1965, tres años después de aquel primer día histórico, salió de la universidad con su título en la mano. No solo fue la primera mujer afroamericana en graduarse en la Universidad de Alabama: fue un símbolo viviente de que la dignidad puede más que el odio.
Y el tiempo, a veces, también pone las cosas en su sitio. Aquel gobernador que quiso cerrarle la puerta, años después, moribundo, la llamó para pedirle perdón. Y ella, grande entre los grandes, aceptó sus disculpas. La historia de Vivian Malone no está en todos los libros. Pero debería estar. Porque nos recuerda que hay batallas que se libran sin armas, pero con un coraje que atraviesa generaciones. Ojalá no olvidemos que, gracias a personas como ella, hoy otros pueden caminar por donde antes solo había muros.