El Pájaro Espino
Muddy Watters
La leyenda del blues estadounidense Muddy Waters (McKinley Morganfield) murió mientras dormía en su casa en Westmont, Illinois, a la edad de 68 años. Waters fue una gran influencia para muchas bandas y músicos como: Cream, Eric Clapton, y Led Zeppelin. De hecho The Rolling Stones se nombraron así por su canción “Rollin' Stone” (1950). Entre sus éxitos más representativos están: “I Just Want To Make Love To You”, “I'm Your Hoochie Coochie Man” y “Got My Mojo Working”.
La Serreta, desde Tramaced a Fraella
Esta ruta senderista une los pueblos de Tramaced y Fraella, atravesando el paisaje característico de la comarca de los Monegros. El recorrido destaca por su sencillez y por ofrecer al caminante una experiencia tranquila en plena naturaleza, ideal para disfrutar en familia o con amigos.
El itinerario comienza en Tramaced, pequeño municipio oscense rodeado de campos de cultivo y lomas suaves. Desde allí, se asciende suavemente hacia La Serreta, una elevación que ofrece unas vistas panorámicas sorprendentes de la estepa monegrina, con sus colores terrosos, vegetación baja y cielos amplios. En los días despejados, es posible divisar incluso los Pirineos al fondo.
Durante el trayecto se puede apreciar la transición entre el terreno agrícola y los espacios naturales más áridos, típicos del clima semiárido de la zona. La presencia de aves esteparias y la tranquilidad del entorno hacen de esta excursión una buena oportunidad para la observación y el disfrute pausado del paisaje.
El camino culmina en Fraella, otro encantador pueblo monegrino, donde se puede descansar o completar la jornada con una visita a su casco urbano. El sendero, sin grandes dificultades técnicas, es apto para senderistas de nivel medio o iniciación, con una duración aproximada de entre 2 y 3 horas, dependiendo del ritmo y las paradas.
En resumen, "La Serreta, desde Tramaced a Fraella" es una ruta accesible, con interés paisajístico y natural, perfecta para desconectar del ruido y conectar con la esencia tranquila del territorio monegrino.
30 de abril, día internacional del Jazz
Cada 30 de abril, el mundo entero se une en una misma sintonía para rendir homenaje al jazz, un género musical que va mucho más allá de sus notas: es una herramienta de diálogo, paz y transformación social. Esta celebración fue proclamada por la UNESCO en 2011 con el objetivo de destacar el valor educativo y cultural del jazz y su capacidad para unir a personas de distintos orígenes en torno a un lenguaje común: la música.
¿Qué es el jazz?
El jazz nació en el siglo XIX en los Estados Unidos, fusionando melodías afroamericanas con una gran variedad de ritmos e influencias culturales. Lo que lo hace único es su esencia: la improvisación. El jazz no se limita a reproducir partituras; es una forma libre de expresión, una conversación musical entre intérpretes y oyentes.
A lo largo del tiempo, este género se ha entrelazado con otros estilos como el blues y el rock and roll, demostrando su versatilidad y capacidad de evolución.
Más que música: una herramienta para el cambio
El Día Internacional del Jazz no es solo una fecha para disfrutar de buena música. Es una oportunidad para reflexionar sobre cómo este arte puede promover valores como la igualdad, la inclusión y la paz. El jazz ha sido históricamente un vehículo para el entendimiento entre culturas, fomentando la creatividad, la tolerancia y el pensamiento crítico, especialmente entre los más jóvenes.
Conciertos que unen al mundo
Cada año, el 30 de abril se celebra con un gran concierto global, el All-Star Global Concert, que reúne a artistas de renombre desde distintas partes del planeta. En la edición de 2023, participaron más de 190 países y se celebraron actuaciones simultáneas en 13 ciudades del mundo. La transmisión se realiza a través de plataformas como jazzday.com, UNESCO.org y redes sociales como YouTube y Facebook.
En 2021, en el décimo aniversario del Día Internacional del Jazz, se celebró un concierto especial con artistas como Herbie Hancock, Marcus Miller, Andra Day, Dee Dee Bridgewater y muchos más. Además, se organizaron clases magistrales y programas educativos en línea para seguir difundiendo este arte.
Íconos del jazz
El jazz ha sido moldeado por grandes figuras que dejaron una huella imborrable en la historia de la música:
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Charlie Parker: Genio del saxofón y pionero del bebop.
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Duke Ellington: Elegante pianista y director de orquesta con un vasto legado.
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Thelonious Monk: Pianista con un estilo inconfundible.
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Billie Holiday: Voz única que emocionó al mundo entero.
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Ella Fitzgerald: La reina del jazz vocal, con una carrera que marcó época.
El jazz en el cine
El séptimo arte también ha rendido tributo al jazz a través de películas inolvidables como:
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Jazz on a Summer Day (1960)
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Ray (2004), sobre la vida de Ray Charles
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Whiplash (2014)
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Amy (2015)
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Django (2017)
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Soul (2020), una animación profundamente inspiradora
¿Cómo puedes celebrar este día?
Tienes muchas formas de unirte a esta celebración:
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Disfruta del concierto global en línea
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Comparte contenido en redes sociales usando el hashtag #DíaInternacionaldelJazz
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Organiza una sesión musical en tu comunidad o en tu aula
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Ve alguna de las películas mencionadas y deja que el jazz te inspire
Visita jazzday.com para conocer la programación y participar desde donde estés.
Adolf Hitler: del fracaso personal a la destrucción de Europa
Adolf Hitler, nacido en 1889 en Braunau am Inn, en las fronteras del Imperio austrohúngaro, representa una de las figuras más trágicas y destructivas de la historia contemporánea. Su juventud estuvo marcada por el fracaso personal: fracasó como pintor en Viena, sobrevivió como vagabundo, y alimentó en aquel ambiente una visión del mundo profundamente racista y antisistema.
La Primera Guerra Mundial le ofreció una causa a la que aferrarse: Alemania, su derrota y la humillación del Tratado de Versalles. En 1913 había huido a Múnich para evitar el servicio militar austriaco, pero terminó combatiendo en las filas del ejército alemán. La guerra, que fue para él una experiencia formativa, selló su destino político.
A la caída del Imperio alemán, en un país humillado, empobrecido y polarizado, Hitler encontró el escenario perfecto para su ascenso. Ingresó en un pequeño partido ultraderechista, que pronto transformaría en el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Este partido no era solo antisocialista o antiliberal: encarnaba el odio al sistema parlamentario, el antisemitismo, el nacionalismo agresivo y la reacción contra la modernidad democrática. Hitler, como otros líderes de extrema derecha, interpretó la crisis del Estado liberal como una oportunidad histórica.
El fallido golpe de Estado de 1923, el conocido Putsch de Múnich, le llevó a prisión, pero también le dio notoriedad. En la cárcel escribió Mein Kampf, donde plasmó sus obsesiones: la necesidad de espacio vital para Alemania (Lebensraum), el antisemitismo racial y la destrucción del comunismo. Desde 1925, reconstruyó el partido en torno a una organización jerárquica, con figuras como Goering, Himmler y Goebbels que serían esenciales en su maquinaria de poder.
La Gran Depresión de 1929 fue su gran aliada. Mientras la República de Weimar se descomponía, Hitler ofrecía respuestas simples y emocionales, revestidas de símbolos, desfiles y uniformes. La violencia en las calles se convirtió en una extensión de su política. En 1933, tras ganar el poder, desmanteló rápidamente el frágil sistema constitucional, estableciendo una dictadura de partido único: el Tercer Reich.
Con la muerte de Hindenburg en 1934, Hitler concentró todo el poder en sus manos como Führer. Su régimen desplegó un sistema totalitario basado en el terror policial, la persecución racial sistemática —que tuvo su codificación en las Leyes de Núremberg de 1935— y la violencia masiva, ejemplificada en la Noche de los cristales rotos de 1938.
La política exterior de Hitler siguió el camino de la agresión: alianzas con Italia y Japón en el Eje Berlín-Roma-Tokio y la preparación de una guerra expansiva en nombre del pangermanismo. La invasión de Polonia en 1939 desencadenó la Segunda Guerra Mundial. Durante los primeros años, la estrategia de la guerra relámpago (blitzkrieg) otorgó a Alemania victorias rápidas y espectaculares. Pero a partir de 1943, con la derrota en Stalingrado y el desembarco aliado en Normandía, el curso de la guerra se invirtió.
En abril de 1945, con Berlín asediado por las tropas soviéticas y el proyecto de dominación total derrumbado, Hitler se suicidó en el búnker de la Cancillería. El precio de su ascenso y su caída fue el sufrimiento inconmensurable de Europa, el Holocausto y una guerra que dejó más de cincuenta millones de muertos.
Adolf Hitler se suicida el 30 de abril de 1945, junto con su esposa Eva Braun. Un día antes, dictó su testamento a su secretaria. En él, reconoce la lucha del pueblo nazi alemán y afirma que los judíos son los culpables de la guerra. Elige la muerte, antes de caer en manos del enemigo. En el resto de su testamento Hitler nombra a su sucesor.
Al momento de suicidarse, Hitler lleva ya escondido, ya más de tres meses, en el bunker del Führer «Führerbunker» en el centro de Berlín. En este escondite subterráneo, él y la gente que lo rodea, pueden escuchar cómo el ejército de la Unión Soviética se acerca cada vez más. En los últimos días, nadie puede asomarse a la calle, debido a la lluvia de proyectiles. Está cada vez más claro que Alemania perderá la guerra finalmente. Después de sus muertes, los oficiales del escuadrón especial nazi SS, llevan a Hitler y a su esposa a la parte exterior del búnker. En ese lugar, rocían sus sus cuerpos con gasolina y son quemados. Al día siguiente, la radio anuncia la noticia de la muerte de Hitler. Existen especulaciones que Hitler falleció en una acción heroíca, defendiendo la capital del imperio nazi alemán.
La historia de Hitler es la advertencia extrema sobre lo que puede suceder cuando el odio, el fanatismo y el desprecio por la democracia se convierten en motores de un proyecto político.
15 de abril... muere Joey Ramone
El 15 de abril de 2001 fallecía en Nueva York Jeffrey Ross Hyman, más conocido como Joey Ramone, ícono del punk rock y voz inconfundible de The Ramones. Nacido en 1951 en Forest Hills, Queens, este artista marcó a generaciones con su estilo único, su poderosa presencia escénica y su compromiso con la música como forma de vida. A pesar de lidiar con problemas de salud mental y física, canalizó su energía en la música y, junto a Johnny, Dee Dee y Tommy, fundó una de las bandas más influyentes del siglo XX. Joey dejó un legado inmenso con himnos como Blitzkrieg Bop o I Wanna Be Sedated, y fue homenajeado tras su muerte con un álbum póstumo y su incorporación al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2002. Su memoria vive en cada acorde punk que suena en el mundo.