La leyenda de la Moricantada

La Moricantada cuenta que Inés, hija de un Cristiano, se enamoró del hijo del Emir, pero como el muchacho no tenía muy buena fama, el padre de Inés no les dejó casar. Inés, sin embargo, seguía muy enamorada y la madre de la joven veía la pena de su hija, por lo que a la muerte del padre, a pesar de que la había escondido su dinero, lo encontró y se lo dio a la hija como dote para casarse. El hijo del Emir aceptó la dote, pero recluyó a Inés en el Castillo de Rodenas y le pidió más dinero a su suegra para gastárselo en vicios. La madre de Inés maldijo al enamorado de su hija porque le dejó morir en la torre del Castillo, escondió el dinero de nuevo y cuando el hijo del Emir alcanzó el poder, zas, la maldición hizo efecto. El hijo del Emir fue destronado y tuvo que abandonar estas tierras, sumido en la miseria. En lo alto de Rodenas es donde se supone que ocurrió todo. Hoy en día dicen que los días de viento se siguen oyendo los lloros de Inés,