Raquetas de nieve

Llega el invierno y con él la nieve, para la mayoría de la gente significa quedarse en casa, para otros una oportunidad de seguir disfrutando de la montaña bajo una perspectiva diferente. La montaña de por sí es preciosa pero en invierno es impresionante. Disfrutar de un día de sol en la nieve a 8º bajo cero es una experiencia única. Y son varias las modalidades que podemos practicar, nosotros elegimos andar, senderismo, es decir andar por la nieve. Y caminar sobre un metro de nieve y acabar exhausto a los 5 minutos y apenas haber avanzado más de 20 metros es lo más normal.

Pues bien, gracias a las raquetas, la progresión en nieve blanda y profunda es rápida y cómoda. Es un deporte que aparte de ser saludable, nos permite disfrutar de unos paisajes blancos y preciosos, y de la mejor nieve sin tener que acumular gran cansancio. Además esta actividad no requiere un difícil y largo aprendizaje previo, cualquier persona capaz de caminar puede calzarse unas raquetas y hacer excursiones con ellas, aunque con esto no quiero decir que no se deban tomar precauciones y tener algo de experiencia o estar acompañados de alguien que la tenga. Antes de elegir realizar una ruta con raquetas vamos a ver unas consideraciones previas.


Elegir raquetas de nieve.


Aunque no son ni mucho menos un invento nuevo, han sufrido una evolución considerable desde que nuestros antepasados las usaran hechas de madera y piel, allá por la época de las cavernas. El mercado de raquetas de nieve ofrece una gran variedad, y conviene saber las características más básicas de las raquetas. Antes de comenzar a hablar sobre técnicas de progresión es recomendable saber que tipos de raqueta debemos elegir. 

Antiguas raquetas artesanales de madera para desplazarse por la nieve, llamadas "zatas" en Burgui (http://lakukula.com/)

Lo primero y más básico es elegir una raqueta adecuada a nuestro peso, cuanto más pequeña es una raqueta menos pesará y menos estorbará para andar, pero de nada nos servirá si no es adecuada a nuestro peso. Lo segundo son las fijaciones, las más habituales son las de correas que se adaptan a todo tipo de bota. También las hay automáticas para para esto necesitamos una bota especial con ajustes en puntera y talón. Lo importante en todo caso es que la raqueta y la bota queden unidas firmemente y sin holguras. Es importante que la raqueta tenga algún tipo de punta o cuchilla metálica a lo largo del perfil de la misma y en la puntera, para proporcionar agarre en condiciones de nieve dura, pero es importante reseñar que estas puntas no son tan efectivas como los crampones. 


Las raquetas y los crampones no tienen las mismas funciones. Las raquetas están pensadas para caminar en nieve blanda y con poca pendiente y los crampones son más adecuados en grandes pendientes donde la nieve sea más dura o esté helada. Resumiendo para subir montañas los crampones son más recomendables. Si lo que buscas es un paseo por la nieve, usa raquetas. Otra buena recomendación es usar raquetas en los tramos de nieve blanda y cambiar a crampones y piolet para pendientes fuertes y de con nieve dura.


Y un último consejo, antes de comprar raquetas alquila unas para ver si te gusta esta actividad y si decides comprarlas dirígete a un sitio especializado que te aconsejen bien.


Otros materiales


Además de las raquetas de nieve es imprescindible el uso de otros elementos para hacer más cómoda y segura la excursión que hemos elegido. Son estas:
  • Raquetas de nieve adecuadas a nuestro peso y a ser posible con alzas en la parte posterior.
  • Botas de montaña impermeables, no vale ir con zapatillas, aunque sean de trekking. No olvidar unos buenos calcetines, para tener calientes los pies. Unas polainas, evitarán que entre la nieve en nuestras botas.
  • Bastones: sea cual sea el terreno, tanto ascendente como descendente, es necesario hacer uso de dos bastones. Se recomienda utilizar bastones telescópicos (regulables). Además los bastones deben tener una roseta en la parte inferior para que el palo no se hunda completamente en la nieve.
  • Mochila: Con capacidad, para ropa, agua y comida. Es recomendable beber agua con frecuencia y comer alimentos energéticos. Se ha de tener en cuenta que una excesiva cantidad de material va a endurecer considerablemente el recorrido.
  • Móvil con la batería bien cargada y algún instrumento de orientación: GPS, brújula y mapa.
  • Ropa: Llevar siempre varias capas de ropa y unos buenos guantes que nos protejan del frío y si nos caemos de los cortes que nos puede provocar el hielo en las manos. Tampoco olvidar unas gafas para el sol, un gorro para protegernos del sol y el frío y crema solar.
  • Piolet y Crampones: Necesarios para travesías de alta montaña.
  • Recomendable también llevar arva, pala y sonda por si alguien queda sepultado por un alud.


Técnicas para caminar con raquetas de nieve.


El excursionismo o senderismo invernal es una práctica relativamente sencilla. Llevar raquetas de nieve es tan sencillo como caminar, pero como bien veremos más tarde, existen diversas técnicas para perfeccionar la forma de caminar con las raquetas. La asimilación de dichas técnicas hará la actividad más placentera y menos cansada.
Una vez elegidas las raquetas que mejor se adecuen a la actividad que vayas a realizar, es hora de empezar a perfeccionar las técnicas de progresión. Lo primero de todo es como sujetar las raquetas a la bota. Lo fundamental es que estén bien sujetas, que no se muevan. Y aunque las dos raquetas valen para los dos pies las debemos colocar de forma que las correas que sobresalen queden mirando al exterior para evitar enganchones y tropezones. En cuanto al método de uso, realmente no es nada complicado. Hay que acostumbrarse a andar con unos “pies” más anchos de lo normal, e intentar no trabarse, levantando los pies un poco más. Si se pisa con firmeza, la adhesión al suelo aumentará y el riesgo de caer será menor.


Las raquetas de hoy en día, llevan fijaciones móviles que permiten al pie trabajar con libertad en las subidas y bloquearlo en las bajadas, como si de una fijación de travesía se tratara. Vamos a ver la diferencia de uso de esas fijaciones es subidas y bajadas.
  • Cuesta arriba: todas las raquetas de calidad llevan un alza en la parte posterior, debajo del talón. Cuando subimos una pendiente, es recomendable usar el alza, para así elevar los talones del suelo y no tener que hacer tanto esfuerzo ya que los movimientos son más naturales. Se debe de hincar la punta del pie en la nieve y echar el peso del cuerpo hacia delante. En caminatas largas, se suele agradecer el ahorro de energía. Mientras que la pendiente no sea tan fuerte como para perder la adherencia, es recomendable subir de forma frontal, pero las pendientes deberán afrontarse en zig-zag, la mayoría de las veces, o a la manera de los esquiadores de fondo (dirigiendo las puntas hacia el exterior) si es una subida corta.
  • Cuesta abajo: en bajadas o tramos delicados, el procedimiento que se debe de llevar a cabo es justo el opuesto. Es recomendable llevar la raqueta en posición fija, para que el control y estabilidad que tengamos aumente. Además, hay que hincar bien los talones, y echar todo el peso del cuerpo hacia atrás, para evitar caídas de frente. Es recomendable dar pasos cortos, más aún si la pendiente es fuerte o la nieve está dura.
  • En caso de que un lago o un río helado se interponga en nuestro camino, las raquetas permiten cruzar capas de hielo relativamente poco espesas. Sólo hay que avanzar con seguridad, sabiendo que el peso del cuerpo se reparte correctamente y que el peligro de que la corteza helada se rompa es mínimo si se está en invierno y a temperaturas muy bajas. Por supuesto, ante la duda, siempre resultará más prudente buscar otro camino.
  • Por último, los bastones son una parte imprescindible del equipo y van íntimamente unidos a las raquetas, ya que nos permiten guardar el equilibrio y ayudarnos en la progresión. Intentar que sean regulables y así los llevaremos más cortos en las subida y largos y en las bajadas y si tenemos que cruzar alguna ladera inclinada de forma trasversal (intentar evitar esto), llevar más largo el bastón de arriba.


¿Dónde hacer excursiones con raquetas de nieve en Huesca?


Cualquier terreno nevado es bueno para recorrerlo con raquetas. No es necesario que haya mucha cantidad de nieve ni que ésta sea de gran calidad; basta con que el pie se hunda ligeramente sobre el terreno para que resulte más que recomendable calzarse unas buenas raquetas.

VALLES DE HECHO Y ANSÓ
  • Desde el refugio de Linza hasta Lapaquiza de Linzola.
  • Desde el Refugio de Gabardito, hasta el Puntal Alto de Foratón.
  • Desde la Selva de Oza, por Aguas Tuertas, al Ibón de Estanés. 
  • Calzada Romana y Boca del Infierno.

VALLE DEL ARAGÓN
  • Desde la Estación de Esquí, por el Ibón de Truchas, al Lac de Chasterau (Midí d´ossau).
  • Estanés desde el Somport
VALLE DE TENA 
  • Desde el aparcamiento antes del Puerto del  Portalet, al Collado de La Fita. 
  • Ibón de Piedrafita.
  • Ibón de Estanés. (pico Espelunciecha).

Valle de ORDESA
  • Puente de los Navarros, Refugio de Bujaruelo, Valle de Otal. 
  • Puente de los Navarros, Refugio de Bujaruelo, Valle de Ordiso. 
  • Aparcamiento Pradera de Ordesa, Gradas de Soaso, Cola de Caballo.
VALLE DE BENASQUE
  • Desde el Camping Aneto, al Refugio de Estós. 
  • Desde los Llanos del Hospital, al Forau de Aigualluts.
  • Desde Eriste, hasta el Refugio Ángel Orús.


Consejos para realizar actividades invernales


Al preparar una excursión con raquetas se han de tomar las mismas precauciones que al plantear cualquier otro tipo de recorrido por montaña. Además, hay que tener en cuenta que el invierno añade otros riesgos como son el riesgo de avalanchas en algunas zonas, el frío, los cambios de tiempo rápidos y disfrutar de menos horas de luz que en verano. Es importante informarse adecuadamente sobre la previsión meteorológica y las características del itinerario.
Siempre es recomendable avisar a alguna persona del Hotel, Camping, Apartamento o Refugio donde estéis, de la ruta que vais a realizar y la hora de vuelta prevista. Con estos básicos consejos esperamos que disfrutéis de la montaña en invierno.